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Podría posponerse el ESP obligatorio en todos los modelos

Debe entrar en vigencia en 2022, pero los fabricantes de Brasil ya piensan en postergarlo por la crisis económica y así también se aplazaría en Argentina.

Los fabricantes de autos de Brasil están analizando postergar la entrada en vigencia de la obligatoriedad del Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) en todos los vehículos livianos que se comercializan como 0 km. Y la posible postergación, por supuesto, afectaría más directa que indirectamente al mercado argentino. Está pautada, por ahora, para enero de 2022.

Al día de hoy, todos los autos nuevos lanzados a la venta en la Argentina y Brasil deben equipar Programa Electrónico de Estabilidad de serie. Esto es para vehículos que hasta 2019 no se vendían y se presentan desde 2020. Un buen ejemplo de ello es la nueva generación del Peugeot 208 (ver aquí), que contará con ESP en toda la gama por tratarse de un vehículo totalmente nuevo; pero el 208 actual todavía se vende sin este equipamiento (excepto en versión GT).

Lo que corre riesgo de postergarse es la introducción del ESP de serie en absolutamente todos los vehículos que se comercializan, incluidos aquellos que se presentaron en el mercado regional en 2019 o antes. Actualmente, hay una buena cantidad de modelos a la venta sin ESP en el país. El Fiat Mobi; Volkswagen Gol, Voyage y Up; Chevrolet Joy y Montana; Citroën C3 y Berlingo; Renault Kwid y Duster Oroch; y Nissan March y V-Drive son algunos de ellos. Y hay más…

La incorporación del ESP en todos los autos 0 km estaba originalmente prevista para este año, pero en 2018 se pospuso hasta 2022 (ver aquí). Ahora podría volver a retrasarse, dada la crisis económica que atraviesan las automotrices como consecuencia de la propagación del coronavirus en la región.

El presidente de Anfavea, la entidad que agrupa a los fabricantes de autos de Brasil (es “la Adefa de ellos”), Luis Carlos Moraes, reveló en una conferencia de prensa virtual que están estudiando aplazar nuevamente la entrada en vigencia de esta norma. Se justificó con la caída del mercado y del poder adquisitivo de los clientes, informó Autos Segredos.

Por supuesto, si Brasil decide postergar esta medida, la Argentina también lo hará. Es injusto para los consumidores locales, pero al mismo tiempo lógico: del país vecino llegan una buena cantidad de vehículos sin ESP y las automotrices locales no querrán perderse la posibilidad de seguir vendiéndolos, sobre todo porque se trata de modelos muy populares en el país. El mercado manda.

De concretarse, el aplazamiento significaría un duro revés (uno más y van…) para la seguridad vial regional, siempre atrasada en términos de normativas frente a los mercados más desarrollados del mundo. Sería lamentable, dado que el control de estabilidad es un elemento clave para evitar accidentes y, por ende, salvar vidas.

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