Las cuatro categorías (3,2%, 4%, 4,5% y 5%) se ajustarán a la suba de las valuaciones de los vehículos, que este año superaría el 60 por ciento.
En enero de 2022 se actualizarán en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires las escalas del impuesto a la radicación del automotor, más conocido como “la patente”, para acomodarse a la suba que sufrieron los precios de los autos durante 2021 en la Argentina.
Es importante aclarar de antemano que el impuesto no subirá; es decir, no es técnicamente cierto que aumentarán las patentes. Lo que subirá es la valuación de los vehículos. Y como el costo anual de la patente se determina a partir del valor del auto, en algunos casos crecerá. No porque suba la patente, sino porque ese bien (el vehículo) ahora en pesos vale más.
Tanto en CABA como en PBA, los vehículos se clasifican en cuatro categorías según su valuación, y a partir de eso se determina la alícuota a pagar.
- Primera escala: hoy es del 3,2 por ciento para los vehículos de hasta $1.600.000. Desde enero, ese monto crecerá hasta los $2.800.000.
- Segunda escala: hoy es del 4 por ciento para aquellos modelos valuados entre $1.600.001 y $2.200.000, cifra que el año que viene ascenderá hasta entre $2.800.001 y $3.850.000.
- Tercera escala: hoy es del 4,5 por ciento para vehículos de entre $2.200.001 y $3.200.000. El año que viene se actualizará a la franja de entre $3.851.000 y $5.600.000.
- Cuarta escala: hoy es del 5 por ciento para modelos valuados a partir de $3.200.001. Desde enero será para vehículos de más de $5.600.000.
La valuación de los vehículos la define la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad Automotor en base a los valores asignados por la cámara representativa de la actividad aseguradora automotriz, compañías aseguradoras, publicaciones especializadas y la cámara de concesionarios oficiales. Es un procedimiento que, a decir verdad, no está del todo claro.
A partir de esto, la Cámara del Comercio Automotor (CCA) estimó que en 2022 las patentes de los autos tendrán un aumento superior al 60 por ciento, ya que el valor de los vehículos terminará este año con una suba promedio de entre el 60 y el 65 por ciento.
“De esta manera, y ante una actualización promedio de los ingresos de la mayoría de los contribuyentes afectados muy inferior al ajuste del valor (circunstancial) de los vehículos, el tributo se aleja de tener una real capacidad contributiva para afectar una riqueza inexistente por ser ficticia y no real”, sostuvo el presidente de la CCA, Alberto Príncipe.
El directivo concluyó que “gravar en base a esa especial circunstancia en sí misma no muestra la magnitud económica que justifique la existencia de tamaña obligación impositiva”.
