General Motors Company estará participada en un 60,8% por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, mientras que el sindicato UAW mantendrá un 17,5%, los gobiernos de Canadá y Ontario tendrán un 11,7% y la “Vieja GM” contará con un 10%. La salida de la suspensión de pagos se produce después de que el juez Robert Gerber del Tribunal de Bancarrota de los Estados Unidos, del Distrito Sur de Nueva York, autorizara el 6 de julio la salida del proceso concursal, lo que sucede antes de lo previsto, puesto que en un principio la compañía indicó que tardaría entre 60 y 90 días en emerger de esta situación.
La empresa señaló que la “Nueva General Motors” contará con los activos sanos de la “Vieja General Motors” y se quedará como un grupo automovilístico formado únicamente por las cuatro marcas citadas, con el fin de reducir su sobrecapacidad y de centrarse en sus negocios clave. Como parte de este proceso de formación de la nueva empresa, GM ha decidido eliminar la marca Pontiac, que desaparecerá en 2010, y está en proceso de búsqueda de compradores para otras de su filial Opel. El grupo está cerca de firmar un acuerdo con la canadiense Magna, después de recibir también ofertas de la china BAIC, la entidad belga RHJ International y de Fiat. En lo referente a Saab, que se encuentra en suspensión de pagos desde el 20 de febrero, la corporación de Detroit ha alcanzado un principio de acuerdo con el fabricante sueco Koenigsegg para su venta. Asimismo, GM ha vendido a la china Sichuan Tengzhong su firma de todoterrenos Hummer, mientras que Saturn será vendida al grupo Penske Automotive, del magnate Roger Penske.