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Recapado de neumáticos: mitos y verdades según Bandag

Es una opción para estirar la vida útil del neumático con un costo menor. Visitamos una planta para saber cuánto dura y qué confiabilidad tiene.

Por Guillermina Fossati

El recapado es, básicamente, la renovación de la banda de rodamiento de un neumático ya utilizado. Su objetivo es claro: darle “una vida más” a la rueda y así evitar el gasto de dinero en una unidad cero kilómetro, sin resignar seguridad.

En la Argentina, no es una práctica muy habitual. Su penetración es muy baja si se la compara con los países vecinos, especialmente con Brasil. Allí, la mayoría de los transportes recurren a este sistema para reutilizar las unidades con un bajo costo.

Gran parte del freno a este negocio en el país se debe al desconocimiento del proceso y la desconfianza sobre el nivel de seguridad que ofrece. Además, es clave saber cuánto se ahorra con esta reutilización y cómo se debe cuidar el neumático para que una segunda o tercera vida útil sean posibles.

Para conocer todos estos detalles, Bridgestone organizó una visita a Bandag, la empresa de recapado con más de 50 años de historia que adquirió en 2007. Actualmente, tiene 14 puntos de atención franquiciados en la Argentina. La planta elegida fue la de la familia Golpe, ubicada en la ciudad de Campana. Allí estuvo TruckMagazine.com.ar.

Uno de los objetivos del recorrido fue mostrar el proceso de recapado y explicar cada uno de los pasos donde minuciosamente se va haciendo control de calidad. Además, se graficó la ventaja fundamental de este proceso, que es económica.

Según Fernando Golpe, presidente de Golpe Campana, recapar un neumático sale el 30 por ciento de lo que cuesta uno nuevo. En cuanto a la durabilidad, vuelve a ser la misma que si nunca se hubiese rodado, con unos 200.000 km de uso por delante.

Otro dato a tener en cuenta es que el mismo neumático se puede recapar tantas veces como el cliente lo crea necesario, aunque el promedio lo hace hasta tres veces. Para tomar esa decisión, el estado del casco será lo que determinará la posibilidad de reutilización.

Una vez que el cliente decide recapar un neumático, Bandag se encarga de retirarlo por su domicilio y luego de repararlo, entregarlo en el mismo punto. Si una vez analizado el casco se determina que no está apto para recuperar, vuelve al dueño sin arreglos y sin costo alguno.

Para completar el proceso, que lleva de tres a cinco días hábiles, en la planta se realizan varios pasos. El primero y más importante es una inspección inicial que determina si se puede seguir adelante. Si bien en cualquier etapa se puede rechazar el neumático, hacerlo en la primera evita un trabajo en vano. Luego se hace la shearografía, se sigue con el pulido y excavación de desperfectos. El trabajo siguiente es hacer las reparaciones, aplicar el cojín, embandar, armar y vulcanizar, y completar la inspección final para su entrega al cliente.

La banda elegida para realizar el trabajo varía de acuerdo al tipo de neumático, ya sea mixto, para ruta o usos severos, y también hay bandas de diferente grosor. La determinación del producto a elegir se realiza después del examen del neumático original.

Una vez listo el trabajo, el cliente vuelve a tener su neumático y se asegura el uso por varios kilómetros. También, en caso de querer, Golpe brinda como servicio el mantenimiento total de los neumáticos, desde la provisión de los mismos hasta el control diario, un nuevo sistema que se cobra por kilómetro recorrido.

RECAPADO EN ARGENTINA: PROYECCIONES
La planta visitada en Campana tiene capacidad para recapar 60 neumáticos por día, en un proceso donde se va certificando de forma continua la calidad del producto.

Uno de los focos principales de Bandag es mantener la seguridad de los recapados y demostrarla a los potenciales clientes. La empresa justifica la eficiencia del servicio con algunos datos obtenidos de la experiencia global:

  • Todas las líneas aéreas del mundo reconstruyen los neumáticos entre 9 y 15 veces
  • El recapado es empleado en el 95 por ciento del transporte de larga distancia
  • El 100 por ciento de las flotas de transporte y recolección de residuo lo emplea

En cuanto a la seguridad, todas las plantas han ido evolucionando y se modernizaron, garantizando que la probabilidad de falla de un neumático recapado sea igual a uno nuevo.

“Hay un dato muy importante: en general, las fallas se dan por el mal uso de un neumático, como el deterioro de la carcasa, y eso lleva a que muchas veces ocurran los accidentes”, afirmó Golpe.

Por otro lado, Rodrigo Escudero, gerente de Asuntos Públicos y Prensa de Bridgestone Argentina, explicó que en el país hay un gran potencial para crecer, debido a que la penetración es muy baja comparada con otros países.

Para Bandag, es importante que desde 2020 se convirtieron en un proveedor de soluciones de movilidad para el transporte de carga y pasajeros. En ese sector, recuperar los neumáticos y evitar el descarte es parte central de contribuir con el medio ambiente.

En 2020, la empresa fue sexta en market share en Argentina. Hacia 2025, el objetivo es ser líder con un 25 por ciento de participación, potenciando el sistema de franquicias. “Hay mucho mercado para crecer y es una forma de evitar tantos neumáticos descartados sin ser aprovechados y contaminando”, concluyeron los directivos.

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