La compañía alemana construyó un nuevo complejo productivo en la ciudad de Changsha, el número 119 en todo el mundo. Allí se fabricarán 300 mil vehículos por año.
El Grupo Volkswagen, uno de los pioneros en la industria automotriz de China, inauguró una nueva fábrica en la localidad de Changsha, a 900 kilómetros de Shangai. De la planta industrial podrán salir 300.000 vehículos por año, para lo cual fue necesario crear 4.000 puestos de trabajo directos y la misma cantidad de empleos en toda la cadena de valor.
En un primer momento, Volkswagen fabricará allí el nuevo Lavida, para luego incorporar a la línea de montaje nuevos vehículos de la marca y de SKODA, otra automotriz del grupo. Durante 2014, el Grupo alemán entregó 3,7 millones de vehículos a sus clientes en China y para 2019 prevé llevar invertidos más de 22 mil millones de euros en ese país.
La nueva planta de Changsha, que recibió el “Triple-Star Green Building Design Award” (es un premio que se le entrega a las compañías que construyen de manera sustentable y compatible con el medio ambiente), cuenta con un sistema de pintura en seco, que reduce un 20 por ciento el consumo de agua y energía dado que “el exceso de partículas de pintura se filtra por un sistema precipitador electrostático”, detallaron desde la compañía. En este sentido, también incorporó instalaciones solares que generan más de 10.000 MWh de energía compatible con el medio ambiente y también plantas hidroeléctricas locales.
La ceremonia inaugural estuvo comandada por el Prof. Dr. Jochem Heizmann, Miembro del Consejo Directivo del Grupo Volkswagen AG, y Presidente del Grupo Volkswagen China. “China no es sólo el mercado más grande e importante en el que opera el Grupo Volkswagen, sino que se ha convertido en una segunda casa para la compañía”, explicó Heizmann, quien agregó: “La planta en Changsha es la clave en nuestra estrategia ´Go South´, ya que nos acercará aún más a nuestros clientes y mejorará la calidad de la cadena de suministro”.
