A través de la ministra de Industria, Débora Giorgi, el Gobierno solicitó a fabricantes e importadores de automotores una reducción de la cantidad de vehículos que se ingresan al país.
Esta medida se suma al proyecto de ley, de inminente aprobación, que aplicará nuevos gravámenes a los vehículos de gama media y alta cuyo precio sea superior a $ 170.000 sin impuestos (ver aquí).
Giorgi pidió una reducción del 20 por ciento en la importación de productos terminados en el próximo trimestre (enero-marzo) en comparación con igual período de 2013.
Es, en rigor, una cifra promedio, acorde con la balanza comercial de cada una de las terminales radicadas en Argentina, y tendrá incidencia sobre productos terminados del tipo automóvil y comerciales hasta cinco toneladas de carga.
Las compañías radicadas que tengan un balance positivo o neutro podrán mantener sus volúmenes de importación, en tanto que en el otro extremo, las que más aportan al déficit sectorial deberán efectuar una disminución de 27,5% en las compras de vehículos al exterior.
El Gobierno recordó que el sector automotor es “uno de los más beneficiados por el modelo de reindustrialización y sustitución de importaciones, con reiterados records de fabricación y ventas”.
La marca de 27,5% de baja en las importaciones de vehículos terminados en el próximo trimestre en relación con igual período del año saliente también regirá para las importadoras netas de automóviles; es decir, las compañías que comercializan vehículos pero cuyas terminales no fabrican en Argentina.
Otra medida que apunta a reprimir las consecuencias y no a las causas de los problemas estructurales y coyunturales de nuestra economía (estancamiento, inflación, atraso cambiario). No puede esperarse otra cosa de un Gobierno que desde diciembre 2011 viene pifiando una tras otra, con pésimas y perversas ideas y funcionarios realmente incompetentes.
Esto va de mal en peor, están armando una bomba de tiempo, tratando de aguantar como sea hasta 2015 y que le explote al que venga después.
Saludos.