La explicación de Álvarez, en declaraciones a iProfesional, continuó con en el hincapié en que “también se achicaron los pedidos de importados, y recomponer eso implica tiempo, ya que las fábricas hacen los pedidos cada tres meses, que es lo que tardan las cadenas productivas en abastecer”, para luego expresar cierta sorpresa por el nivel de ventas alcanzado: “Fue mayor al esperado. Partimos de un piso y hoy vemos que sigue subiendo”.
El artículo publicado por el citado medio señala que “después de algunos meses donde las concesionarias y terminales estaban colmadas de autos, con millonarias sumas de dinero estancadas y generando pérdidas, los stock lograron ajustarse y vuelven lentamente a la normalidad”. Y agrega: “La situación llegó a punto tal que hoy, para acceder a ciertos modelos, hay que esperar algunos meses. Esto se da especialmente en algunos vehículos que se importan de México y Brasil, aunque también se siente cuando son fabricados a nivel local”.
Las últimas cifras de ventas de vehículos 0 Km en la Argentina mostraron una caída del 20,3 por ciento en julio respecto del mismo mes del año anterior, mientras que en el acumulado de los siete primeros meses la tendencia marca un retroceso del 18,1 por ciento sobre igual período de 2008. A pesar de eso y según ACARA, es posible ratificar las proyecciones de que se comercialicen 500.000 unidades en todo el año, lo que ubicaría al ‘08 como el tercer mejor ejercicio de la historia de la industria automotriz argentina. El año récord fue 2008 con 610.000 unidades, seguido de 2007 con 550.000.
