Airbag y cinturón: de casi opuestos a aliados…

Un almohadón de aire que se despliegue en microsegundos frente al conductor en caso de choque… La idea parecía un tanto complicada y la industria automotriz no pareció prestarle demasiada atención al ingeniero industrial John W. Hetrick, que la ideó y patentó en 1952. Pero cuando su uso comenzó a extenderse en los Estados Unidos a comienzos de los ’70 generó una gran controversia, tanto dentro de la misma industria automotriz como entre consumidores y legisladores, que por entonces batallaban para darle carácter obligatorio a la incorporación de cinturones de seguridad como norma.

Por muchos años, el crecimiento del sistema SRS (“Supplemental Restraint System”) estuvo amparado por la reticencia de los usuarios a calzarse el “molesto” cinturón que lo ceñía al asiento. Los años pasaron y ahora no solamente ambos sistemas conviven como elementos de seguridad en casi todo vehículo nuevo, sino que hasta comenzaron a fusionarse: Ford creó el primer cinturón con airbag integrado, especialmente pensado para los pasajeros de las plazas traseras.Así funciona el cinturón de seguridad inflable de Ford (duración: 2m17s)

Esta innovación consta de una bolsa de aire tubular que se encuentra dentro del mismo cinturón. En caso de choque y según el grado del mismo, se infla y se expande entre medio del tejido de la cinta. El inflado dura sólo unos segundos y luego el aire comienza a salir por los poros de la bolsa. Con ello, ofrece una protección cinco veces mayor a la de un sistema convencional, ya que amplía la capacidad de sujeción en la zona del torso, además de ayudar a prevenir lesiones en la cabeza y el cuello.

En el uso diario su función es como la de los cinturones convencionales, además de ser seguro y compatible con los sistemas de sujeción para bebés y niños. El cinturón de seguridad inflable debutará en la próxima generación del Ford Explorer. Además, la marca tiene la intención de ofrecer en un futuro esta tecnología en todos sus vehículos a nivel mundial.