El 45% de los interrogados considera que la gente es imprudente al volante porque no respeta las normas de tránsito. Además, la gran mayoría cree que es mejor conductor que los demás. Así lo revela un estudio de la Universidad Empresarial Siglo 21.
Desde hace años, los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte en la Argentina.
Casi la mitad de los argentinos considera que “la gente” es imprudente al volante porque no cumple con las normas de tránsito, aunque hay poca autocrítica de parte de los propios conductores. Así se desprende de un estudio de la Universidad Empresarial Siglo 21, realizado a través del Centro de Investigación de Tendencias y Comunicación (CITEC). La encuesta abarcó 812 casos, de Capital Federal, Córdoba, Rosario, Corrientes, Tucumán y Chubut.
El informe “Los argentinos al volante” que elaboró la citada universidad revela, además, que un 22% de los conductores asegura que maneja en un estado de tensión, siendo la causa principal (48%) que “la gente conduce mal y no respeta las normas”. Otro aspecto estudiado a partir de las observaciones de conductas agresivas al volante es el grado de ira del conductor, que demuestra que los hombres (86%) manejan más irritados que las mujeres.
“Comparando las calificaciones asignadas por los encuestados a ‘la gente’, con las calificaciones asignadas a ellos mismos, se aprecia que la mayoría de las personas percibe que maneja bien y que ‘los otros’ manejan mal’”, señala el informe, que agrega que “esto muestra un panorama poco alentador en lo relativo a la autocrítica que las personas están dispuestas a hacer, y la poca tendencia a la modificación de malos hábitos al volante”.
Sobre el cumplimiento de las normas de tránsito, sólo el 10% de los encuestados resultó autocrítico y expresó que es tan (poco) cumplidor como el resto de los conductores. Sin embargo, la mayoría (88%) cree que es más cumplidor que el resto de las personas y sólo el 1% se califica peor que el resto.
Hola, después de mis casi 2.000.000 de Km recorridos en Capital, me permito opinar.
En general se maneja igual que los changuitos del supermercado, fíjense en una persona con el changuito lleno, es casi seguro que vino con el coche, el citado changuito lo usa igual que su vehículo, camina al paso que se le ocurre, para donde se le ocurre, lo deja en el medio del pasillo y sale a mirar productos, etc., etc. Este buen señor, no tira nada, no choca a nadie, el único inconveniente es que se siente el centro del mundo.
El manejo mecánico es en general bueno, la conducción, la interrelación con los otros es pésima, no nos importa si vamos a 20 km por la izquierda, centro o donde sea. Autopista con tipos a 80 km/h por la vía rápida con carita feliz. “Nobles” ancianos, y juro que me pasó varias veces, que no saben que el que viene por la derecha tiene prioridad, encima te gritan, “mijito, en mis 60 años de manejo yo nunca choqué”, claro, tampoco miró por el espejo el tendal que dejaba.
Últimamente se sumó algo muy grave, los coches y las motos modernas aceleran más de lo que la cansada mente de usuario puede razonar, el abs tendría que ser no una opción sino una obligación. Y que los exámenes sean mucho más rigurosos, con algún método al azar supongo, que se tome tanto al que renueva como al novato un examen en pleno centro de no menos de dos horas de manejo. Conducir es mucho más que conocer la cruz de San Andrés.