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Oficial: el Gobierno redujo el impuesto interno automotor

Ahora es del 10% para vehículos con precio mayorista desde $350.000, y del 20% desde $800.000. Al público esto significa precios finales desde aprox. $515.000 y $1.300.000.

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new-mePor Martín Egozcue
martin.egozcue@carsmagazine.com.ar

Con la publicación en el Boletín Oficial del miércoles 6 de enero, el Gobierno oficializó la esperada modificación del impuesto interno automotor que regía en Argentina desde 2014. Retroactivo al 1° de enero de 2016, las nuevas alícuotas son del 10% (tasa efectiva 11%) para vehículos con precio mayorista (cuando la terminal lo vende al concesionario) desde $350.000; y del 20% (tasa efectiva 25%) para vehículos desde $800.000 (también precio mayorista). Para el público, esto significa que el impuesto se aplica en vehículos con precio final en torno a $515.000 en adelante para la primera escala, y desde $1.300.000 (aprox.) en la segunda escala.

“Es una medida muy buena, razonable y sensata”, le confiaron a CarsMagazine.com.ar desde el importador de una marca japonesa que estuvo entre las más afectadas por el efecto del “impuestazo” que rigió en Argentina durante dos años, desde el 1° de enero de 2014. Según se anunció, el nuevo esquema de impuestos internos tendrá vigencia hasta el 30 de junio de 2016, para evaluar por entonces el impacto y los resultados obtenidos.

Recordemos que hasta el 31 de diciembre de 2013, el impuesto interno tenía una escala del 10% para vehículos nafteros, y del 10% más un 11% adicional para los diésel. Por entonces, el gravamen se aplicaba a vehículos con precio final al público a partir de $200.000 (ver aquí). En consecuencia, la primera alícuota del nuevo impuesto que regirá desde 2016 prácticamente implica un regreso al esquema vigente hasta fines de 2013.

Sin duda, se trata de una medida esperada por todo el conjunto de la industria automotriz local, que volverá a ordenar los precios del mercado y a normalizar la oferta de productos. Es que el mal llamado “impuesto al lujo” no sólo afectó a los vehículos de segmento Premium, sino también a modelos de gama media, incluidos varios de producción nacional, y además generó distorsiones en la oferta de casi todos los segmentos del mercado.

CÓMO ERA EL IMPUESTO

Con distintas modificaciones desde la versión inicial aplicada el 1° de enero de 2014, el impuesto interno automotor constaba de dos escalas al 31 de diciembre de 2015. La primera afectaba a vehículos con precio al público a partir de $315.000 (aprox.). Los de producción nacional pagaban un recargo del 10%, mientras que los importados, del 30%. Por su parte, para aquellos vehículos con precios finales desde $450.000 (aprox.) regía una segunda escala del impuesto. En este caso, los de producción nacional sufrían un recargo del 30%, mientas que para los importados era del 50%.

Pero como se apuntó al comienzo del informe, a partir de ahora el impuesto interno automotor regirá de igual modo para todos los vehículos y ya no distinguirá entre modelos nacionales e importados, ni nafteros y diésel.

Con el “impuesto al lujo” instalado desde 2014, el saliente Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner buscó frenar la venta de automóviles importados de alta gama (y así, la “fuga” de divisas), pero como apuntamos, el efecto del gravamen terminó alcanzando a vehículos de gama media y producción nacional, lo que sumado a la fuerte devaluación de comienzos de 2014, derrumbó las ventas de vehículos (29% en 2014 y 6% en 2015; ver aquí) y le puso un freno al sector automotor local.

Si bien en algún momento se barajó la posibilidad de que el impuesto interno a los automóviles podía ser eliminado por completo desde 2016, la medida anunciada por el Gobierno consiste finalmente en un reacomodamiento de las alícuotas y los mínimos no imponibles.

Es importante remarcar que, durante los dos años de la aplicación del polémico “impuesto al lujo”, se mantuvieron fuera del alcance del tributo los vehículos comerciales; es decir, camiones, buses, utilitarios y pickups. Dicha excepción sigue vigente con la nueva normativa aplicada desde el 1° de enero de 2016.

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